Como he puesto en mi anterior entrada, ya esta, hemos terminado con el trabajo
modular. Ha sido un trabajo duro y tedioso la verdad. No quiero volver a hablar
de los mismos que hable en el post anterior. Lo que me gustaría mencionar aquí es
la poca profundidad que le hemos podido dar a este trabajo.
La enseñanza es una construcción
social. No debemos olvidar que la educación para todos se creó con la
revolución industrial, por la necesidad de los dueños de las empresas de tener
trabajadores cualificados. Desgraciadamente, considero que esto no ha cambiado
mucho.
Las escuelas públicas están
controladas por los gobiernos, ellos dictan que es lo que debemos aprender y
que no, y ¿bajo qué criterio se decide lo que sirve y lo que no a la hora de
estudiar? Los mercados.
El mercado es quien dicta todo,
es la mano que nos dirige. No puedo evitar sentirme como una pequeña hormiga
controlada y encerrada en una pequeña burbuja donde se me exige hacer lo que
mis dueños desean y necesitan. En un mundo así creo que es primordial tener una
mente crítica para poder ser conscientes de todas las manipulaciones de las que
somos esclavos.
En este trabajo, para mí, hemos
abordado una herramienta opresora: la cultura visual y sus consecuencias. Creo que
quedarse solo con este trabajo sería quedarse en la superficie de un gran mar,
pero aun y todo creo que podría llegar a ser la llave para un reflexión mayor de
cómo es nuestra sociedad y de cómo queremos que sea.
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