Hoy
ha sido la primera clase práctica y para inaugurarla hemos tenido la gran
suerte de conocer a Fernando Herraiz, profesor de Bella Artes de la Universidad
de Barcelona.
A
parte de ser profesor de la universidad, Fernando ha tenido una larga
trayectoria como dibujante profesional, trabajando para “Las tres mellizas” o
para “Mortadelo y Filemón”. Más tarde, mientras estudiaba el master, se empezó
a interesar sobre la Educación Artística.
Hoy
en día Fernando imparte diferentes tipos de talleres relacionados con la
Educación Artística en la Universidad de Barcelona, tales como “Artes visuales”,
“Tecnologías y técnicas” y “Animación”.
Una
vez explicada su trayectoria profesional, Fernando nos presento su trabajo: Masculinidades. La base principal de este trabajo
se trata de ver al hombre, a si mismo, desde otro punto de vista, desde el punto
de vista de una mujer.
Para
poder entender bien como se crea la imagen o el prototipo de mujer y hombre
perfectos y saber de donde nos llegan tales cánones de belleza y como se
transmiten, debemos entender la ciertas palabras claves y la cultura visual.
Hay
muchas palabras claves pero solo vamos a centrarnos en dos: imagen y discurso. Todos los días, ya sea por la televisión, por las
revistas, anuncios… recibimos un montón de imágenes,
las cuales nos transmiten un mensaje o un discurso.
La
cultura visual estudia la relación entre las imágenes, su discurso y el efecto
que tienen. Uno de los efectos es por ejemplo el antes citado canon de belleza.
Todos
los días nos bombardean con imágenes de prototipos de mujeres inalcanzables,
donde la imagen que nos venden que tenemos que tener es un imposible, ya que
esas mujeres solo existen gracias al photoshop.
No
solo eso, constantemente tenemos que soportar como las mujeres somos tratadas
como objetos: las mujeres debemos de ser organizadas, listas, bellas, delgadas…
todo lo que un hombre necesite. Yo, personalmente, opino que la cultura visual
promueve la deshumanización de la mujer, tratándola como un simple objeto que
embellece y facilita la vida de un hombre.
Por
otro lado tenemos el sector masculino. Los hombres también reciben constantes
ordenes visuales de cómo tienen que ser y como deben comportarse. Gracias a la
influencia de la cultura visual se les a atribuido ciertos rasgos a los
hombres, y además, se les han asignado carácter natural a dichos caracteres.
Cuando
digo que ciertos atributos impuestos por las imágenes se han convertido en
naturales me refiero a que se cree, por ejemplo, que los hombres de nacimiento
tienen tendencia a expresar menos sus sentimientos, a ser más reservados y
distantes.
Parece
que hoy en día todos los hombres deben de ser fuertes, musculados, duros, fríos,
exitosos… una imagen inalcanzable y violenta.
Si
unimos la deshumanización de la mujer y su consecuente cosificación y la imagen
de violencia y fuerza que se les impone a los hombres, no es difícil entender
como hemos podido llegar a la violencia contra las mujeres. Cuando tu le quitas
a alguien su humanidad y lo conviertes en objeto, das paso libre a la
posibilidad y la justificación del uso de la fuerza contra ella.
Viendo
la importancia y la repercusión que tiene la cultura visual creo que debemos
enseñar a los niños, desde las escuelas, a manejar, entender y manipular las imágenes.
Fernando
nos comentó que había que saber usar la tecnología, pero había que saber
hacerlo bien. Las tecnologías avanzan de manera imparable y son vías de mucha
información y sobre todo de imágenes, con sus consecuentes discursos.
Debemos
enseñar a nuestros niños a comprender las imágenes y lo que se esconde detrás
de ellas para que, de una manera o de otra, podamos manejar la manipulación que
ejercen sobre nosotros y promover imágenes reales, donde también tengan cabida
las mujeres con sobrepeso y los hombre que lloren.
Esta es la foto que se sacó Fernando Herraiz para recordar este día:
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